jueves, 14 de septiembre de 2017

Hoy más que nunca #SomosEquipo

Perdimos... primera persona del plural... porque me incluyo... porque cuando gana la selección siempre ponemos la primera persona del plural para decir que ganamos, que somos equipo, que somos los mejores, que somos los más guapos y los más chulos del mundo mundial... pero suele pasar, muy a menudo... demasiado... que cuando la selección pierde la gente se baja del barco y dice... perdieron, no hicieron nada... pues no, hay que estar a la buenas y a las malas...
 
Hoy, en la derrota es cuando esta generación que tanto nos ha dado se merece nuestro apoyo, nuestro reconocimiento... ellos que tanto nos han hecho disfrutar durante tantos años, ellos que tantos éxitos han cosechado para nuestro deporte y para nuestro país durante 18 años, ellos que en momentos tan críticos de la sociedad, de la crisis, nos alegraban un poco los veranos con sus triunfos, con su forma de conseguirlos, por su sencillez, humildad y cercanía... ellos hoy serán los primeros dolidos, los primeros fastidiados, los primeros jodidos... y es hoy cuando más necesitan que todos los que hemos disfrutado de su baloncesto tantos años les hagamos llegar nuestro cariño, nuestro respeto, nuestra admiración y nuestro reconocimiento... porque se lo merecen, porque se lo han ganado... porque se han ganado el derecho a perder... han ganado tanto que no podemos ponerles un pero... hoy no... en caliente no...
 
Cuando acabe el torneo, en frío, analizado el partido y la planificación será momento de ver lo que ha pasado... pero hoy no... hoy yo quiero estar al lado de estos jugadores... porque se lo merecen... seguro que al acabar el partido se han ido al vestuario y han estado jodidos... por no haber ganado, por haberse visto superados y por no habernos dado una alegría... no tienen nada que reprocharse, hoy no... y seguro que lo están haciendo, seguro que está noche meditaran sobre lo ocurrido, le darán mil vueltas a la cabeza y no pegaran ojo... ellos serán sus mayores críticos, no hace falta que nosotros digamos nada...
 
Mañana tocará levantarse, tocará seguir animando a este grupo que luchara por la medalla de bronce... que puede que nos sepa a poco... y nos sabe a poco por culpa de todos los éxitos que nos han dado, pero un bronce tiene mucho valor y hay que luchar por el como si fuera una final...
 
¿El partido? El rival ha sido superior a nosotros desde el primer momento, con un acierto increíble desde la línea de triple, algo que nosotros no hemos conseguido con lo que su defensa se ha podido centrar más en las ayudas a los marcajes de los Gasoles y a partir de ahí las ventajas interiores que teníamos han sido neutralizadas... cuando a un equipo le entra todo y al otro no le entra nada pues poco se puede hacer... si a eso le añadimos el hambre de los jugadores eslovenos, un equipo que está comenzando a escribir su historia, pues solo queda que rendirse a la evidencia... la intensidad mostrada por los eslovenos ha sido superior a la nuestra, han luchado cada posesión, cada rebote, cada acción en cada parte del campo... y han podido desarrollar su juego de forma fluida y efectiva...
 

 
 
El pequeño diablo de 18 años ha demostrado una vez más que es un genio y está destinado a ser una estrella que brille en el firmamento como pocas han hecho... pensaba que el estar en la lucha por las medallas y tener la ilusión de todo un país en sus espaldas  le pesaría, como le peso la final four de la Euroliga... pero no, no le ha pesado... se ha desenvuelto como pez en el agua y se le ha visto disfrutar con la presión... es un jugador simplemente espectacular capaz de hacer todo lo que hace con solo 18 añitos... un jugador que juega y lidera, que manda y ordena, que dirige y ejecuta... ahora le toca jugar la final ¿le pesará la responsabilidad? Veremos... hoy no lo ha hecho...
 
Esta Eslovenia me recuerda a aquella España donde empezaban a jugar Navarro, Raül López, Calderon, Cabezas, Mumbru, Gasol, Reyes, Berni... una generación joven que irrumpió con fuerza y domino el basket Europeo durante años... una generación sin complejos y con hambre... una generación convencida de lo buenos que eran y que jugaban divirtiéndose, porque al fin y al cabo esto es solo un juego... Doncic me ha recordado a ellos...


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